Bye, bye glamour...

Durante los últimos meses de embarazo tuve los típicos problemillas colaterales de un maxibombo en verano: sofocos, tobillos y pies hinchados, el anillo de casada se vio relegado a un joyerito porque tenía riesgo de estallar, las ganitas de hacer pis a todas horas me mantenían bastante entretenida y acomodar el barrigón en la cama y dormir "algo" era ciencia ficción... Pero aún sintiéndome una ballena varada, me veía guapísima!!! Imaginaba que la felicidad era la clave, pero he descubierto que NO. Soy la mujer más feliz de este mundo desde que nació mi peloncete y no me había visto más fea en mi vida!! El embarazo saca lo mejor de nosotras, pero el después... Uffff!!! Lo de los kilos extra post parto es algo con lo que tu mente ya cuenta, pero a eso se le une la cara de zombie, las ojeras, el no tener tiempo ni para mirarte en el espejo durante las primeras semanas, el agotamiento crónico que te impide sujetar la pinza y depilarte las cejas! Encima tu melenón a lo Pantene del embarazo deja paso a un 'pelopobre' sin brillo, que irás viendo día tras día como se cansa de ti y se inmola en la almohada. Y encima si eres de las Makeup adict, de las del potingueo al por mayor, de las que se pinta las uñas a juego con la blusa... Sufrirás!!! Tu tiempo ya no es tuyo!!! Si eres una Diosa griega y no necesitabas currarte tu estilismo estás de enhorabuena, pero para las pequeñas mortales como yo que teníamos en el colorete, el peeling y la plancha del pelo invertidas las acciones, el mundo del glamour se ha acabado!!! Me encantaría terminar el post dando un truco infalible y espectacular de superwoman... Cuando lo encuentre lo haré. Estoy en su busca, lo prometo, he empezado por volver a ir a la peluquería, por intentar al menos una vez en semana ducharme sin prisas, por aprovechar alguna siesta del peque para una buena "chapa y pintura"... Poquito a poco me reencontraré de nuevo, mientras tanto... I'll survive!