jueves, 29 de noviembre de 2012

En el hospital. Informacion... ¿útil?

- La Bolsa de maternidad
Recuerdo en mis últimas semanas de embarazo un embotamiento continuo de cabeza... Un no saber si lo tenía todo listo porque no lograba visualizar qué es lo que realmente nos haría falta, si todas esas cositas tan chulas que tenía realmente le servirían al bebé para algo...
Pues bien, vamos por partes...
Es importante que solicitéis a vuestro ginecólogo o matrona una lista de las cosas que tenéis que llevar, que varía según el hospital. Tenedla muy en cuenta a la hora de preparar tanto la bolsa del bebé como la vuestra.
Yo me volví loca a meter y llevé un montón de ropita para el peque que casi no usé. Mi hijo nació en agosto, en plena ola de calor... Según subimos a la habitación nos pidieron un body, un pijamita de manga larga, gorrito y guantes. Hacía bastante calor, pero por lo que nos explicaron, los bebés necesitan mantener la temperatura y al principio no la regulan bien... Pero a partir del segundo día nos hacían tener al pequeño sólo con un body o incluso en pañales! Así qué nada de los conjuntitos monos que había estado seleccionando con tanto mimo... Además, dos veces al día pasaban en el hospital a tomarnos la temperatura a mi y al bebé, y en cuanto estaba un poco subidita... Body fuera!!
Eso sí, imprescindible un arrullo, por sí hay que sacarle de la habitación, por las corrientes de aire de los pasillos, varios gorritos y varios guantes, que se caen y se ensucian muchísimo del roce... Y como buena 'nueva mamá' sentirás una extraña sensación de histerismo-aprehensión para que nada que pueda estar sucio roce al pequeñín.
También me resultaron muy útiles unas gasas de algodón grandes, que cubrían totalmente al bebé (las compré en Carrefour en la sección de puericultura, por sí os interesa), para taparle por las noches y especialmente yo las usé para que las visitas que venían a verle se las pusieran sobre su ropa antes de cogerle. Parece exagerado, pero os cuento:
Algunos bebés, como le pasó al mío, presentan a las horas de nacer unas ronchitas o habones rojos que denominan "eritema tóxico del recién nacido" y es por la exposición a telas, productos químicos, etc, a los que todavía no están preparados... Es muy llamativo y alarmante, pero he de decir que el mío fue salir del hospital y desaparecer por completo, yo lo achaco incluso a los desinfectantes que usan en la ropa de los hospitales (como es lógico), fue llegar a casa con sus sabanitas lavadas con detergente para bebés et... Voila!! Piel perfecta!

- El papeleo
No olvidéis meter en el último momento la carpeta con todo el seguimiento del embarazo y las pruebas que os hayan hecho. Normalmente a la hora de dar a luz hay que tener muy a mano la última analítica, el electrocardiograma que te hacen en la preanestesia (o el apto del anestesista) y la prueba del streptococo. También te preguntan, o por lo menos a mi lo hicieron, por el peso aproximado del bebé en la última ecografia.

- Cositas que nadie me contó...
Cuando el niño nace, en sus primeras 24 horas de vida, controlan el primer pipí y la primera caquita (llamada meconio). El primer pis del bebé suele ser muy concentrado y escaso, debido a la reducida ingesta de líquidos de las primeras horas de vida (a la mamá puede que todavía ni le haya subido bien la leche como fue mi caso) y a unos padres primerizos quizá les pase desapercibida o lo que nos ocurrió a nosotros; detectamos una manchita anaranjada, pequeñita, en la parte superior del pañal y le preguntamos a una enfermera si eso era el pipí o era que se había manchado por la cercanía del cordón umbilical. Nos debió tocar una suplente o algo porque no supo contestarnos y nos dijo que algunos de esos pañales (que proporciona el hospital) estaban defectuosos y de ahí la manchita... Después al hablarlo con la pediatra nos dijo que efectivamente eso era el primer pipí y que el color teja era debido a los uratos, unos sedimentos que se forman en la orina debido a esa concentración y que incluso a veces hay papás que llegan a confundir con sangre por su color, pero son totalmente normales.

Otra cosita que me llevó de cabeza fue la subida de la leche, yo no me notaba gran cosa en los pechos, sólo alguna gotita que otra... Y mi pequeño no hacía más que succionar y succionar, pero mi sensación era que salía poco o nada y no me equivocaba... Debido a unas décimas de fiebre que me subieron por la epidural en el parto, a mi niño le hicieron una analítica para ver que todo estaba bien y por suerte así era, pero vieron que el azúcar lo tenía bajito y eso era debido, por lo que me explicaron, a que no estaba tomando alimento suficiente. Así qué decidieron darme un minibiberoncito de leche de fórmula ya preparada que a mi me sentó como un puñal en la espalda... Llevaba la mitad del embarazo leyendo sobre lactancia para intentar prepararme y no me dejaron casi ni empezar, la pediatra que me informó en vez de decirme que la tardanza en la subida de la leche es lo más normal del mundo, más o menos me dio a entender que ser madre no era sólo dar el pecho a mi hijo y que podría hacer otras muchas cosas por él... Que ella no le había dado el pecho a su hijo y que no pasaba nada... Ah! Y que si yo acaso recordaba si mi madre me había dado el pecho o biberones...!
Os podéis imaginar, con el cocktail de hormonas, como me sentía... En fin, al llegar a casa ya me subió la leche a la perfección y además pedí ayuda a una asesora de lactancia, pediatra, que no podía entender lo que le contaba, aún trabajando en el mismo hospital que la otra doctora.
Si a alguna os hace falta alguna ayuda de leche de fórmula al principio, yo os recomiendo que pidáis que no os den biberones, sino unas cucharillas especiales o jeringas, que evitarán la confusión del bebé entre la succión del pezón y la tetina del biberón, que a veces produce rechazo. No fue mi caso, por suerte, pero conozco algún caso. Aún así, para periodos de lactancia mixta, recomiendo usar biberones que imiten la forma del pezón materno. A mi me han ido muy bien los de Tomme Tippee Closer to Nature, os los recomiendo. También sé que funciona genial el biberón Calma de Medela, pero tengo entendido que sólo sirve para leche materna, no de fórmula.
Si no lo habéis hecho ya, leed el libro del pediatra Carlos González, "Un Regalo para Toda la Vida". Solucionará todas vuestras dudas sobre lactancia.

Los puntitos de la episiotomía... Yo sólo tuve tres, pero qué tres!! La verdad es que el primer día que te duchas después del parto y te dicen que te laves la zona con agua y jabón y te tocas... Uffff... Da bastante sensación no reconocerte al tacto 'por ahí abajo' ;P
Pero todo vuelve a su ser... Aunque te acuerdas del que te hizo la episio unas semanitas! Yo aconsejo lavar con un jabón que no sea muy hidratante, y secar muy bien, tamponando, no frotando. Como de por sí es una zona húmeda, podéis usar el secador alguna vez, pero sin abusar de él y extremar la higiene cuando vayas al baño.

Las hemorroides... Los empujones no pasan en balde, y suelen dejarte algún regalito por la puerta de atrás, y si has tenido problemas de estreñimiento en el embarazo todavía más. Aquí hay poco que hacer. Eso sí, durante el embarazo coméntaselo a tu ginecólogo y las cosillas que todas sabemos y que tan poco nos gusta que nos digan: bebe mucha agua, toma mucha fibra, tralará, tralará, tralará.... :)

Y por último y más importante, el descanso... DUERME!! Es algo que me decía todo el mundo y yo pensaba "Cómo se puede descansar bien con ésta barriga??" Pues después te acuerdas de lo bien que dormías antes, con barriga y todo... Ya nunca más dormirás a pierna suelta! Siento ser agorera, pero tu mente cambia, se pone alerta 24 horas... Eres 'la guardiana' de un pequeño gnomito y estarás pendiente de él hasta para ver cómo respira las primeras noches. Haced caso a esta bloggera, cualquier momento es bueno para echar una cabezadita, lo agradeceréis. Así qué dejo de escribir a la voz de ya, para que podáis poneros a ello... ZzzzzzZZzzzzZZzzzzz :)




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