lunes, 21 de enero de 2013

Mi Operación Triunfo

Cuando te haces mamá te pasan muchas, muchas cosas, pero una de las más importantes es que se te desarrolla el "Arte de monear". Esto es... Cuando empiezas a oír un lloriqueo, o perraca en toda regla, o en su defecto ves que tu retoño se compunge y empieza a irritarse por las adversidades de su corta vida... Te das cuenta de que un gen te ha mutado y te has convertido en una show woman en potencia capaz de enlazar el 'Baile del gorila' con el 'Gangnam Style' en medio de la calle y con un sonajero a modo de maraca en la mano, mientras empujas el carrito cantando a un volumen directamente proporcional a los berridos del pequeño "Risto Mejide" , que parece no encontrarle el puntillo a tu actuación estelar...

Y, sí!!! La gente te mira, te miran mucho! No sabes muy bien si por los gritos del pelón o por tu patético espectáculo, pero te da del todo igual! Tu misión es sólo una: Calmar a la bestia :)
Cantas, cantas y cantas sin éxito! Cambias de canción lo rápido que tu agilidad mental te permite y de repente ocurre... Le ha gustado! Esa y sólo ESA canción!
En nuestro caso, la canción mágica no entraba dentro de la música de cabecera del Papá con la "L" ni la mía... Pero nos encantó la idea de pensar que teníamos "EL PODER"!! Imaginaos! Para unos padres primerizos era la Panacea! Así que empiezas a cantarla a bombo y platillo, a dos voces, en canon...! Pero oye, que la cosa va perdiendo fuelle a medida que pasan los meses... Para nosotros, eh?? Él la recibe con el mismo entusiasmo que el primer día... Pero, ahí va otro truco para cuando las fuerzas flaquean o la necesidad aprieta: El iPhone!!
Cuando me hice del club de las manzanitas mordidas lo último que me imaginé es q iba a dejarle mi flamante tesorito a un bebé de meses en el carro... Pero sí! Y como buena y aplicada mamá te descargas previamente "su canción" para tenerle entretenido cuando a ti ya no te queda saliva ni resuello! Si te llega un whatsapp... Ya lo leerás, ya no es tu móvil, es suyo! Más vale que no te llamen, encima se enfadará porque le han parado su tralará! Y cuando se harta, porque todo tiene un límite (si no nos darían el carnet de padres muy rápido...), arquea su espaldita con toda la gracia para que el móvil se caiga al fondo y así silencia el soniquete.

Este post se lo dedico a mi amiguísima C, que contemplaba anonadada cómo tenía que darle a repetir una y otra vez la misma cancioncilla, porque si pasaba a la siguiente del disco, el pequeño exigente ya no estaba conforme y se ponía a berrear como si no hubiera mañana y paraba ipsofacto nada más escuchar los primeros acordes de su canción favorita... Y es que mi hijo tiene un oído muy fino! Apunta maneras! ;P

Mis grandes aliados :)

jueves, 17 de enero de 2013

Viajamos con el pelón a... LA ALSACIA Y SELVA NEGRA. Etapa I: Colmar

Hace un mes, justo antes de navidades, hicimos nuestro primer viaje fuera de España con el pelón (a partir de ahora P). Aunque en su corta vida ya ha viajado bastante por España, teníamos muchísimas ganas y a la vez inquietud con este viaje y con ver cómo nos enfrentábamos a él, ya que siempre hemos sido muy viajones.
Lo primero que cambió fue la elección del destino, antes el Papá con la L y yo cuando juntábamos unos días de vacaciones y cuatro durillos nos sentábamos delante de la web de Skyscanner y mirábamos destinos no conocidos que salieran bien de precio, elegíamos y p'allá que íbamos! Ahora necesitábamos encontrar una zona que nos apeteciera conocer y que además fuera cómoda para P, tranquila a la hora de excursionear y que se pudiera disfrutar sin prisas.
 Cogimos un vuelo al EuroAeropuerto y desde allí alquilamos un coche para visitar en 8 días Colmar, Estrasburgo y Friburgo. Teníamos muchas ganas de conocer la zona de la Alsacia y la Selva Negra, con tanta tradición navideña, en estas fechas.

Después del "primer vuelo de P" recogimos el coche de alquiler. Escogimos un todoterreno con buen maletero para ir cómodos y seguros, ya que todos sabemos la de bártulos que necesita un bebé y allí era temporada de nevadas. Tuvimos la gran suerte de que al gerente de la compañía de alquiler le caímos en gracia (nos atendió un chico mejicano encantador) y nos dejaron estrenar un coche y el Maxicosi! Yo iba preparada con una fundita casera hecha con una gasa porque soy un poco escrupulosa con todo lo de P y no me hizo falta porque lo desembalamos nosotros. Mientras el Papá se las entendía en el mostrador yo le daba la teta al chico para que en el coche fuera tranquilito, y pusimos rumbo a Colmar (eso son unos 40 minutos aprox.) Llegamos al hotel, habíamos reservado uno que estaba bastante céntrico, bien situado para poder ir caminando a los sitios de interés y poder prescindir del coche, el Hotel Bristol, de Best Western, una cadena que suele cubrir bastante bien nuestras expectativas con una buena relación calidad- precio en los países que la hemos probado. Según llegamos hicimos el 'check in' y P empezó a desesperarse (hasta entonces un bendito), le saqué del coche y le desabrigué ( luego os cuento lo preparado que iba para el frío...) y me lo llevé a ver un gran árbol que había en la recepción que le mantuvo bastante entretenido con tanta lucecita :) Ahí empezó a descubrir su primera Navidad...

Estación de Trenes de Colmar, enfrente del hotel.

Subimos a la habitación, hicimos las fotos de rigor (somos muy de fotos, nos encanta poder acordarnos de todo con detalle y ahora con el baby más!) y nos pusimos a enseñarle la habitación. Le encanta que le cojas, le pasees y le enseñes todo, es un pequeño cotilla y os puedo asegurar que no pierde detalle!
Después bajamos a cenar al restaurante del hotel, que además de ser uno de los más recomendados, era precioso, la decoración muy típica de la zona y resultaba muy acogedor, tanto por el entorno como por la amabilidad de su personal. La pega... Que estaba hasta la bandera! Y aunque nuestra silla es súper cómoda y manejable se hace estrecho, aunque luego descubriríamos que era el más amplio que íbamos a encontrar con mucha diferencia por la zona.
Respecto a la habitación de Colmar, era un poco pequeña, encima con la cuna y la sillita de P lo era aún más y lo que menos me gustaba es que la puerta de entrada es de esas que 'pesan' y se cierran solas tras tu paso, así que con un carrito resulta bastante incómoda, aunque subsanable si vais dos y uno sujeta la puerta! La cuna que nos pusieron en la habitación fue una decepción, porque la vi un poco incómoda, el colchón era nulo y además la ropa de cuna era ropa de cama doblada, con lo que me daba miedo que se ahogara. Además estaba en los pies de nuestra cama, yo estoy acostumbrada a tenerlo a mi ladito y en una cuna de colecho y esa distancia, de momento, se me hace insalvable, más por mi comodidad y por mi sueño que por otra cosa, lo reconozco... Total! Que acabó durmiendo en nuestra camita y la mar de bien, con la teti fuera y barra libre nocturna dormimos los dos la noche del tirón. 

Allí los horarios, como en la mayor parte de Europa difieren un poco, se come y se cena muy pronto y hay que madrugar para aprovechar bien el día! Así que el Papá con la L y yo adaptamos esta vez nuestros biorritmos a los del pelón y a las 9 y media estábamos ya en la camita. 
A la mañana siguiente desayunamos allí. Los desayunos del hotel eran en el mismo restaurante donde cenamos la noche anterior, que lo cerraban al público por las mañanas. Así sí era una gozada... Podíamos hasta mecer el carrito! El personal no paraba de decirle cositas a P y de intentar agradarnos y él no paraba de reírse(Aún no sabemos por qué extraña razón le hacía tanta gracia oir hablar en francés).

Semanas antes, planeando el viaje y viendo las bajas temperaturas, estuve investigando sacos chulos para adaptar en la Babyzen Yoyo. Como coche principal tenemos un Bugaboo Camaleón que nos ha dejado mi encantadora prima (gracias, reina!) con sus sacos molones, pero no se adaptan bien a otro coche, así que al tener que comprar uno miré mucho antes de decidirme y creo que acerté de lleno. Pedí en Amazon el saco Eskimo de Red Castle, que además de ser un montón de abrigadito, es evolutivo y se adapta al tamaño del niño. Ah! Y le envuelve la cabeza! Que para las que tenemos un hijo pelón es importante ;)

No sabía qué ritmo cogería P en las vacaciones, me preocupaba que se pusiera a llorar por la calle porque con el frío no iba a ser tan fácil calmarle, no le podríamos sacar y si se nos daba mal me daba la sensación de que no nos daría tiempo a disfrutar mucho del viaje porque tendríamos que ir haciendo paradas estratégicas. Después de comerme la cabeza a lo tonto, P superó cualquier expectativa, estaba súper emocionado en el hotel, descubriendo espacios nuevos, gente desconocida que no paraba de decirle cosas, luces decorando todo lo que le rodeaba... No cerraba los ojos desde que se despertaba ni para pestañear! Así que le dejábamos disfrutar de todo eso y nosotros también disfrutábamos del confort del hotel y de un poquito de relax mañanero turnándonos con él y cuando empezábamos a notar que tenía sueño y se ponía pesadete, le metíamos en el carro y a correr! Era sentir el traqueteo de las piedras (benditas calles empedradas) bajo sus ruedas y caía rendido hasta que parábamos para comer. Así que nos dejó disfrutar sin prisa de todo, tanto el Papá como yo estábamos alucinados de lo bien que se estaba portando el pequeño callejero viajero...



Colmar es una pequeña ciudad alsaciana con un centro precioso. En estas fechas el espíritu navideño la invade y hacen de ella un gran Mercado de Navidad que se multiplica en los pequeños pueblos de sus alrededores. Todo parece de cuento, cada casita, cada tejado, cada fuente crees que es la más bonita que verás hasta que ves la siguiente...



La Alsacia huele a 'Nöel', a 'Vin chaud', a 'Jus de pomme'... La canela, el clavo, los cítricos y la manzana saben mejor cuando te devuelven el calor en cuanto tienes el vaso en tu mano.



Nos perdimos por sus calles y sus mercados y disfrutamos como niños de una Navidad adelantada.

Estábamos tan entusiasmados en nuestro primer día que nos llegó la una y media sin darnos cuenta y sin haber comido... Y ahí empezó el problema, eso alli es muy tarde para comer! Elegimos el restaurante que más nos gustó por su aspecto y su carta y entramos. Nos daban mesa, pero justo a la entrada, en la puerta, que estaba protegida de la corriente por una cortina de tela, y cuando en la calle están a -5º C y tienes un bebé no te parece la mejor opción. Intentamos ver si había alguna otra posibilidad y ya descubrimos que en los restaurantes del centro turístico de Colmar no son especialmente 'Baby-Friendly', bueno, en realidad lo que menos les gusta es la idea de que les ocupes el restaurante con tu silla de paseo y te destierran con la mirada antes de que entres.
Probamos en dos restaurantes más, que nada más vernos nos dijeron que estaban completos. Ya empecé a mosquearme, pero sobretodo a agobiarme, porque el hotel estaba a un buen paseo y P iba a despertarse con un ataque de hambre en cero coma. Todavía recibimos otras dos negativas, esta vez sí comprobamos que estaban a tope, porque eran sitios extremadamente pequeños. 

Por fin entré en un restaurante en el que un afable lugareño me dijo que su familia y él ya se iban y que ocupara su mesa (creo que me vio la cara y le di un poco de lástima, yo o el pequeño bebé con orejas de oso polar que empezaba a reclamar lo que era suyo). Se acercó el dueño y me dijo que sí pasábamos ahí con la silla no le dejábamos espacio (en cualquier otra situación le habría dejado ahí con un par de palabritas (brotas), pero necesitaba esa mesa!) Y saqué a P con una mano con saco molón incluido, en la otra el cerro de bolsas de tontás que como buenos turistas llevábamos y en el hombro el bolso cambiador (todo eso con P berreando como si no hubiera mañana, rojo como el vin chaud y bailando la danza de la liberación para salir de su cárcel calentita), mientras el Papá con la L le mostraba al 'amable' hostelero que nuestra maravilla de silla ocupaba plegada menos que un bolso, con el plastico de lluvia en la boca y con el plumas y el gorro puesto... Parece que le convenció, eso o que yo ya había puesto al osito rabioso encima de la mesa para quitarle el saco, el abrigo de oso, el gorro y la bufanda... Y a menos capas, más se oían los gritos! Todavía no sé en qué momento ni en qué orden me quité el plumas y me saqué la teta, pero se hizo el silencio! 'Deux Tartes Flambeés, si vous plait!'
Qué bien comimos! La Tarte Flambeé es una especie de pizza con una masa más fina y más crujiente, sin mozzarela y con crema agria y la tradicional lleva una especie de bacon ahumado con cebolla. Buenísima y muy económica.



También tienen tartes flambeés dulces, de plátano, de manzana y de plátano con manzana! (Muy arriesgados estos alsacianos...) Están de rechupete! Eso sí, canela a exportar! Yo no soy muy de canela, pero he de decir que allí me sabía buenísima :)

Disfrutamos de una comida larga y tranquila para atender al pequeño, jugamos un rato con él y el siguiente problema era el cambio de pañal! Como buen restaurante 'No-Baby-Friendly' no tenía cambiadores. Nuestra silla plegada, el baño enano... Total, que como ya habíamos comido los tres, me lié la manta a la cabeza, y sin mirar a mi alrededor tumbé a P en mi sillón entre la pared y yo, y allí mismo le dejé más limpio que un jaspe! Por suerte no había número 2. Me lo puso fácil...
El camino de vuelta fue más cortito, pero antes de subir a la habitación cogimos el coche y nos fuimos a un súper (Hiper U) para comprar pañales, toallitas y cambiadores desechables para P y algo de cenita para nosotros. Por si tenéis pensado viajar por la zona indicaros que la marca Pampers es Dodot y que lo único a tener en cuenta es que el tallaje varía porque los pesos oscilan un poco, P en España usa una talla 3 y allí, por la tabla de pesos, era la 4.



Pusimos rumbo al hotel y a descansar! Esta sería nuestra última noche en Colmar.

A la mañana siguiente dejamos tempranito el hotel y aprovechamos nuestro viaje a Estrasburgo para hacer dos paradas IMPRESCINDIBLES, ya que me parecieron los dos pueblos más bonitos de todo el viaje: Eguisheim y Riquewihr. Están muy cerca de Colmar, a no más de quince minutos en coche y aunque son muy pequeñitos tienen un tremendo encanto.
No sé cómo estarán en otras épocas del año, pero a nosotros nos recibieron con una estampa de nieve, luces de colores, sonidos de villancicos y mercadillos con puestecitos de madera hechos con un gusto espectacular... Cada comerciante se esmera en que su puesto sea el más bonito y al final llegas a estar tan sobrepasada, que en tu aturdimiento navideño no sabes a cuál acercarte!
Equisheim es conocido como "El pueblo circular", ya que sus casas están dispuestas de forma que las calles del centro forman círculos concéntricos. Es muy curioso recorrerlas andando y complicado perderse!
De Riquewihr comentan en las guías de viaje que es el pueblo con las casas más bonitas de toda la Alsacia. Una vez me vi allí me recordaba al pueblo de Bella (La Bella y la Bestia versión Disney), os acordáis?









 El viaje hasta Estrasburgo se hizo corto gracias a los maravillosos paisajes que recorrimos y a que el pelón iba canturreando y jugando y nos mantuvo entretenidos.

Lo primero que descubrimos de la ciudad al llegar es que tenía una hora punta complicada y que el caos circulatorio no entiende de regiones ni franjas horarias, el resto... Os lo contaré en otro post!
:)

(Continuará...)


sábado, 5 de enero de 2013

Ya vienen Los Reyes

Hoy es mi noche favorita del año y se lo debo a mi madre! Desde que tengo uso de razón me ha inculcado una ilusión enorme que a sus taitantos todavía tiene. Cuando era pequeña, en mi casa la noche de Reyes había q acostarse prontito, con la ilusión de semanas de comentar si Sus Majestades habrían leído bien nuestras cartas, mi madre se sentaba en mi cama a torear mis ansias y a entusiasmarme más, si eso era posible, hasta que caía rendida mientras me contaba historias de cuando ella era pequeña en noches como ésta. Mientras mi padre ultimaba detalles y daba buena cuenta de los chupitos de anís y los turroncillos que les dejábamos a Los tres Magos para que repusieran fuerzas...
A la mañana siguiente, yo me despertaba cada año más pronto y desde mi habitación les llamaba..."Mamaaaaaaaa!!! Papaaaaaaaaaaa!!!! Nos levantamos yaaaa????" Y mis pobres padres se levantaban antes de q pusieran las calles con una sonrisa enorrrmeee!! Y los regalos eran lo de menos! Lo realmente increíble era que un camino de caramelos me guiaba al lugar que habían elegido Los Reyes para dejarnos los paquetes!! Las zapatillas de los tres se llenaban de chocolatinas en forma de monedas y yo no sabía por dónde empezar! Siempre íbamos abriendo los regalitos uno a uno para ver la carita que poníamos al descubrir qué escondía el papel, escogido con mimo, con un gran lazo que daba pena tirar después y que guardábamos un año entero! Con más o con menos dinero, mis padres hacían encajes de bolillos para cada año sorprenderme un poco más que el anterior y lo recuerdo con una felicidad inmensa!!
Hasta aquí todo parece normal en una familia con niños (ojalá todos los niños pudieran vivir sus Reyes así...), pero cuando yo misma fui nombrada Paje Real y encargaba los regalos para mis padres la ilusión seguía siendo la misma! Nos escondíamos para envolver los regalos y peleábamos por ver quién lo ponía más bonito! Hasta el último año que estuve en casa de mis padres, tuve mi camino de caramelos guiándome hasta mis regalos!!
Cuando nos mudamos el Papá con la L y yo a nuestro nidito no podía ser menos! Tengo la inmensa suerte de q mi marido siempre me ha seguido el rollo con todas las tontadas con las que disfruto! Y no sólo eso! Las hace suyas y las vive con tanta o más ilusión que yo! De hecho sigo poniendo mi caminito de caramelos desde nuestra cama hasta el salón y me sigo despertando antes que nunca! (Eso al Papá con la L no le pasa, pero por no oirme dando coba en la cama, se levanta rápido ;P )
Éste año que es el primero que está el peloncete en casa os podéis imaginar cómo estamos! Y aunque todavía no tiene ni cinco meses y no se va a enterar de mucho se lo hemos preparado todo PRECIOSÍSIMO!!!! :) Especialmente para disfrutarlo nosotros, claro!!! Jijijiji!

Desde aquí, Mami, que sé que me leerás, sólo me queda darte las gracias por contagiarme esa ILUSIÓN y ese espíritu tan maravilloso... Y gracias Papi, por enseñarme cómo lo tengo que hacer con mi hijo para que tenga recuerdos tan maravillosos como los míos...

Feliz Noche de Reyes a todos y que vuestras ilusiones se hagan realidad!

miércoles, 2 de enero de 2013

De virus y cebollas...

Hace unos días empecé a notar que el peloncete sacaba muchísimo la lengua, pero de una forma extraña, no como lo hacía siempre... Até cabos y como soy una madre espabilada enseguida descubrí que la tos seca, el trancazo de mocos y el no respirar bien tenía mucho que ver con ese estado burlesco continuo, los ojitos brillantosos y el sueño soporífero... No podía ser! Se había puesto malo!
Imagino que cuando pasa el tiempo, un resfriado sin fiebre es como el pan nuestro de cada día, pero la primera vez que ves a tu hijo malito con esa cara de pocho, te mueres de la pena y te sientes superada por la idea de que una pandilla de gérmenes te haya mancillado tu pequeña manzanita...

Después de darle vueltas un buen rato a qué momento bajaste la guardia y dejaste que le soplara una ráfaga de viento malvada colándose por una rendija del saco molón que le compraste, el gorro que le pusiste o la mantita que le echaste... Te dejas de flagelar y descubres q no eres tan mala madre como crees y que le ha tocado pillarlo! Ahora sólo hace falta sacar la artillería pesada y acorralar a esos malditos bichitos fabricantes de mocos para que no sigan cebándose con tu pequeño... Al pediatra!

"Tiene la garganta irritada, de momento no tiene afectado ni el pecho ni los oídos... Vigiladle." De la primera visita sólo sacamos en claro que teníamos que estar en guardia porque esto sólo estaba empezando. Así qué ahí nos vimos, contraatacando con monodosis de suero físiologico antes de cada toma para destaponar a La Bestia! Sí, Bestia que gritaba y lloraba avisándonos de que le dolía la garganta y cuanto más gritaba, más le dolía y cuanto más le dolía, más lloraba y cuanto más lloraba, más mocos! Y vuelta a empezar! Encima en el cambiador luchando para no ser inmovilizado y atacado por chorretones de suero fisiológico saca la fuerza bruta del increíble Hulk, y el sentido arácnido de Spiderman anticipándose a todos nuestros movimientos.

Después del desgaste tras la lucha, llega la noche... Le tumbas en la cuna pensando que será una noche más y no aguanta tumbado ni 15 minutos cuando el primer ataque de tos le despierta y ya no quiere más cuna! Aunque tú se la habías levantado a modo tobogán para que durmiera incorporadito... Pero nada! Te pasas la noche en vela con él... Al sofá. De la teta a la nana, de la nana al paseo, del paseo al bailecito alante y atrás con meneo, del bailecito alante y atrás con meneo intentas volver al sofá y darle más teta, ya no quiere, grita, tose, GRITA más, tose, llora, tose más y más y más.... Vomita... Te entra toda la pena del mundo de verle así y te agobias porque lo poquito que está comiendo con el dolor de garganta ha quedado en su pijama y en el tuyo... Le cambias y se empieza a dormir en el cambiador... Está tan dormidito y tú tan cansada que te planteas por qué no harán cambiadores con barrotes y te habrías quedado dormida sentada en la taza del báter... Todo esto para al final descubrir que lo mejor para dormir cuando están tan cargaditos es la misma silla del coche, que al estar incorporada les permite descansar y a tí también... Me tumbé en el sofá del salón a las 5 de la mañana y dejé su sillita bien pegadita a mi y dormimos hasta las 7 y media como dos angelitos...

La tos seca dio paso a una tos perruna bastante escandalosa que hizo saltar todas las alarmas de los papás con la "L", le ves con esa tos que es más grande que él, con esas lágrimas, con el sofocón, le tocas... Está caliente! Le pones el termómetro... No tiene fiebre! Pero... Está caliente! Le estaré poniendo mal el termómetro? (Vuelve a aparecer el pequeño Hulk para ponértelo fácil...) Sigue sin fiebre pero le ves tan... Peor! Que otra vez al pediatra. En esta visita descubrí que,aunque el Apiretal es para bajar la fiebre, también es un gran aliado para eliminar las molestias que tengan y la congestión. Nada más llegar a casa le di un chutecillo de la bendita pócima rosa (que encima les gusta) y se quedó frito el tiempo necesario para que le hiciera efecto. Al despertarse estaba muy descongestionado y con un hambre atroz!! Y yo más contenta que unas castañuelas!

La tosecilla de perrito pulgoso seguía... Cuando me puse a leer mi Twitter y los padres más frikerizos de la red (mil gracias!) contaban maravillas de las cebollas y las toses de su Chewy!! Así que me puse a preparar la cebolla más hermosa del cajón de mi nevera y a aleccionarla para que se apiadara de mi y funcionara... Cuando charloteando con la abuela del pelón (mi señora madre) me aseguró que ella usaba ese truco y que metía las cebollas cortadas en un cuenco con agua para humectar el ambiente y que hiciera más efecto! (Debía de tratarse de una sabía enseñanza ancestral que estaba esperando a legarme cuando me lo ganara, pero como ya había descubierto la mitad del truco me la adelantó...)

Qué os voy a decir!! Esa noche dormimos mejor, y la siguiente mejor, y la siguiente... Puede ser casualidad o puede ser por el poder cebolluno, pero desde entonces mi casa huele a Eau de Cebollé que engloria!

Buenas noches y #quelacebollanosacompañe!

martes, 1 de enero de 2013

Feliz 2013!!!

Nadie mejor que el maestro Sabina para aleccionarnos en actitud frente al nuevo año que estrenamos...

"Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas,

Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.

Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.

Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.

Que no se ocupe de ti el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.

Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel..."
(Joaquín Sabina)

Aquí os dejo esta joyita, no sin antes desearos lo mejor para este 2013!
Chin chin!!!! :)